En la búsqueda de la solución a problemas de diversa índole encontré en los talleres y terapias de Constelaciones Familiares una mejor comprensión de mi vida y de las relaciones con las personas con las que vivo. Reconozco que en un principio dominaba en mí el pensamiento mágico que por participar en una constelación, ya era suficiente para que la vida cambiara. Lo que sí es verdadero, es que en ellas he observado la oportunidad de comprender las situaciones que vivo, a veces con dolor he aceptado lo que no puedo cambiar, pero sí he logrado respetar lo que la vida me ofrece. Es agradecer desde un enfoque amoroso a mis raíces.
También me he responsabilizado de acciones, que en el aquí y ahora me doy cuenta que hice por lealtad a mis ancestros y en otras ocasiones, me he responsabilizado de lo que dependió solo de mí.
He trabajado varios temas, el más significativo, es amar a mi madre, tal y como ella es. Me he dado cuenta que ella me dió un maravilloso regalo que nadie más me podrá dar: LA VIDA.
Sí! Hay otros temas, también relevantes, que en conjunto acompañan mi esencia. Mientras escribí estas notas, vinieron a mente tantas vivencias que no me será posible escribirlas en estas líneas, pero a manera de conclusión puedo asegurarles que quien constele se ahorra meses de terapia convencional, y lo mejor, es que esa energía llega al todo el sistema familiar.
La frase que repito desde lo más profundo de mi corazón a mis hijas es "lo harán diferente " y así esta siendo (para sorpresa mía). Es un riesgo, que se los aseguro, después de la sorpresa que me dió, me alegro haber elegido.
- M.E.A. Xalapa, Veracruz.