Constelaciones familiares para el bienestar de los niños y adolescentes.
Las Constelaciones familiares tienen como parte de su marco teórico a la terapia familiar sistémica y lo que se hace es explorar los patrones y dinámicas familiares que a veces no vemos a simple vista, pero que pueden afectar mucho nuestra vida y relaciones. Y los niños y adolescentes son particularmente sensibles a lo que pasa en la familia. Imagina que cada familia es como una red gigante, donde las personas están conectadas con hilos invisibles. Estos hilos no solo unen a las personas que se conocen, sino también a aquellas de generaciones pasadas: abuelos, bisabuelos, y más allá.
¿Alguna vez has visto tristes, ansiosos o molestos a tus hijos sin saber realmente por qué? Bueno, según Hellinger, a veces, los problemas o traumas de nuestros antepasados pueden afectarnos sin que lo sepamos. Es como si lleváramos una mochila emocional que no es completamente nuestra.
En una sesión de Constelaciones Familiares, se intenta visualizar esta red familiar. A veces se usan personas y otras veces objetos para representar a los miembros de la familia. Es como poner un mapa de nuestra familia en el suelo y ver cómo todos están conectados.
Lo más interesante es cómo esto nos afecta, especialmente a los más jóvenes. Imagina que hay un problema que comenzó con el bisabuelo, pero ni él ni nadie lo habló. Ese problema, convertido en secreto, podría haber pasado de generación en generación y, sin saberlo, ahora podría estar afectando a alguno de tus hijos.
Al entender estas conexiones, podemos empezar a liberar a los niños de estos problemas heredados. Es como quitarles una parte de esa mochila emocional que no les pertenece. Esto es importante porque, al hacerlo, ellos se sentirán mejor, y nuestra familia se vuelve más sana y feliz.
A muchas personas les suena raro, pero las Constelaciones Familiares nos ayudan a entender mejor nuestra familia, a nosotros mismos y a nuestros hijos porque nos enseñan cómo los problemas antiguos pueden influir en nosotros hoy y cómo podemos trabajar para sentirnos más felices, más equilibrados y liberar a nuestros hijos de aquello que no les corresponde cargar.
¿Qué hacer en estos casos?
Primero te propongo que reflexiones sobre las siguientes preguntas:
¿qué te dice a ti la situación que está viviendo tu hijo o hija?
¿te recuerda a algo que tú viviste (o su papá o mamá) cuando tenías su edad?
¿te recuerda a algo que vivió alguno de tus propios padres a una edad similar?
¿alguien más de la familia se ha sentido así como tu hijo o hija?
Al reflexionar sobre estas preguntas puedes darte cuenta como en la mayoría de los casos, eso que viven nuestros hijos es muy similar a lo que ya se vivió en el sistema familiar. Una frase de solución muy bonita en el trabajo de constelaciones familiares para liberar a los hijos es la siguiente: "Eres muy buen hijo, gracias por mostrármelo y ya no es necesario que lo sigas haciendo, ahora me encargo yo y tú quedas libre." Por supuesto, esta frase va acompañada de una serie de movimientos que se realizan en el ámbito de la constelación familiar, pero si haces este ejercicio, probablemente algo empiece a cambiar para mejor en tus hijos. Lo importante de los ejercicios sistémicos es hacerlos con una completa congruencia entre nuestra mente y nuestro corazón.
Si requieres atención personalizada para poder acomodar lo que tengas adentro o liberar a tus hijos de un destino que no les corresponde recuerda que te puedo acompañar, solicita una sesión desde la página de contacto.
¡Hasta pronto!